Cada vez se tiende más a sustituir el embalaje de espuma de plástico in situ.
Hace 60 años se lanzaron los primeros productos de espuma expansiva de poliuretano para amortiguar productos durante el transporte. Sin embargo, en los últimos siete años, se ha ido reduciendo el uso de soluciones de espuma plástica in situ, y ha perdido casi un tercio de su cuota de mercado en comparación con el momento de su mayor popularidad. ¿Qué está ocurriendo para que un producto con décadas de existencia pierda popularidad tan rápidamente? Aunque las razones medioambientales juegan un papel importante en dejar de usar plásticos, la respuesta se debe parcialmente a un producto aún más antiguo: el papel, así como en el desarrollo de una tecnología de vanguardia que está cambiando la forma de cómo entendemos tradicionalmente lo que el papel es capaz de hacer.
Las ventajas medioambientales y para los consumidores del papel.
Los consumidores cada vez son más conscientes del impacto de los embalajes que eligen en el medio ambiente. De hecho, el 78% de los consumidores en los Estados Unidos desean que más marcas usen el papel en vez del plástico para embalajes y la tendencia es similar entre otros consumidores en todo el mundo. Las soluciones de espuma plástica in situ tienen una base química y están clasificadas como sustancias de Categoría 1 «gravedad máxima» debido a sus riesgos de sensibilización respiratoria y cutánea, así como a su potencial carcinogénico.
Dejando a un lado las preferencias de los consumidores y la seguridad, está claro que sustituir los plásticos por papel tiene sentido desde el punto de vista ecológico. El papel es reciclable y se compone de materiales sostenibles al 100%. Por otra parte, los residuos plásticos contribuyen en gran medida a la contaminación que puede llegar al medio ambiente con graves consecuencias. Según National Geographic, de los 400 millones de toneladas de plástico que se calcula que se producen al año, el 40%, es decir, 160 millones de toneladas, se utilizan exclusivamente para aplicaciones de embalaje primario y secundario. Las soluciones de espuma in situ están basadas en el plástico, están pensadas para un solo desplazamiento y son mucho más difíciles de reciclar en contenedores de separación de residuos que el papel. Como resultado, estos productos de espuma a menudo acaban en vertederos donde pueden tardar cientos de años en descomponerse, si es que llegan a degradarse de forma natural.
A pesar de la clara urgencia de sustituir el plástico desde un punto de vista medioambiental y las preferencias demostradas del consumidor para un embalaje sostenible, todavía persiste la idea de que la espuma es necesaria para amortiguar ciertos productos. Aquí es donde entra en juego el equipo de ingeniería de envases de Ranpak para eliminar ideas erróneas y demostrar lo eficaz que puede ser el papel.
Tres formas en las que la ingeniería de embalajes hace que la amortiguación de papel supere al de espuma in situ.
Para que una solución de amortiguación haga su trabajo con éxito, ha de cumplir con una serie de condiciones.
En primer lugar, debe proteger adecuadamente el artículo que está acolchando en la caja. Los ingenieros pueden medir el nivel de protección que ofrecen los materiales de amortiguación en un entorno de laboratorio registrando las fuerzas G ejercidas en estos artículos con diferentes configuraciones de embalaje durante una caída. Un G es el equivalente a la presión que siente un objeto desde el suelo empujando contra la gravedad de la Tierra en estado de reposo. Si una caja se cae, la aceleración del objeto conlleva unas fuerzas G mayores cuando impacta contra el suelo. Este aumento en fuerzas G, si los artículos no están acolchados debidamente, pueden hacer que los objetos se rompan, astillen o rayen.
En segundo lugar, la solución debe ser de bajo consumo y escalable. Un nivel correcto de protección para artículos dependerá del peso y la fragilidad del objeto. Una vez que se haya determinado la cantidad de amortiguación necesaria, se puede diseñar una solución personalizada que equilibre la protección con un coste eficiente.
Y por último, el proceso usado para aplicar el acolchado tiene que ser lo más rápido posible. En un entorno empresarial en el que el tiempo es oro, la idea de que la espuma sea un método rápido de llenar una caja resulta atractiva para quienes buscan encontrar algo que funciona, pero la realidad es que la espuma no es la única solución rápida. Los ingenieros de Ranpak diseñaron el sistema de amortiguación con papel PadPak® que es fácil de usar y rellenar, con una interfaz con la que se pueden plegar y coser rápidamente almohadillas de papel. Mientras que los sistemas de acolchado de espuma expansible dependen de una mezcla de productos químicos que incluyen isocianatos que deben combinarse para expandirse, el sistema PadPak es capaz de mantener o superar la velocidad de la reacción química simplemente dispensando papel que se puede reciclar fácilmente en un contenedor y medioambientalmente sostenible.
Cuando se trabaja con clientes, nuestros ingenieros llevan a cabo pruebas para optimizar la estrategia de embalaje para cada producto único. Gracias a los conocimientos sobre el papel perfeccionados a lo largo de cientos de envases únicos, podemos comparar directamente el rendimiento de la amortiguación de papel con el de la espuma de plástico a la que sustituyó.
Caso de estudio de la industria: Aerodynamic Electronics.
Los ingenieros de embalaje de Ranpak recibieron la tarea de crear un sistema para proteger equipo electrónico aerodinámico. Los paquetes de prueba se tiraron desde una altura de 80 cm, algo típico para productos embalados con un peso de hasta 10 kg.
Resultados:
- Las pruebas de caída de PadPak dieron como resultado una fuerza de 16,6 G en contraste con los 39 G de espuma in situ. El acolchado en papel PadPak redujo las fuerzas G de una caída en un 58% en comparación con la espuma plástica.
- Con largos iguales de almohadillas PadPak, se aumentó la velocidad del proceso de embalaje en comparación con el anterior proceso de embalaje de espuma in situ.
- Finalmente, el sustituir la espuma in situ con PadPak era de más bajo consumo, reduciendo el gasto en la caja en un 57%.
Caso de estudio de la industria: Faros de coche y bombas turbo
El proteger los faros de coche fue otra situación en la que la amortiguación de papel tuvo un mejor rendimiento que la espuma in situ. En este trabajo de embalaje, los ingenieros tenían que proteger más de un producto, con diferentes pesos y grados de fragilidad.
Se dejaron caer los productos en plano, ya que este tipo de caídas es el que ocurre en el 70% de los percances de transporte. Además, las caídas en plano son las que tienen los peores efectos en los productos empaquetados. Una vez más, el papel salió victorioso, demostrando gran versatilidad y resiliencia.
Resultados:
- En todos los productos embalados, PadPak mejoró la velocidad del proceso de embalaje.
- PadPak tuvo un mejor rendimiento que la espuma in situ, reduciendo las fuerzas G en hasta un 44% en el caso de los faros de coche transportados.
- En general, la amortiguación de papel PadPak reduce los gastos por caja en un impresionante 73%.